Un venerable caballero me llama a su escritorio:
- ¿Qué tramite va a hacer?
- Obtener mi pasaporte.
- ¿Renovación?
- No, primera vez.
- ¡Ahhh, ahhhh! ¿A poco? ¿Primera vez? ¿Pues cuántos años tiene?
- Treinta y nueve.
- ¿Treinta y nueve y nunca ha tenido pasaporte?
- No
- Pues no le creo, ¿por qué no tiene? Seguro lo perdió.
- Pues... Este... No se... Nunca lo he necesitado.
- ¿Necesidad, eh, necesidad? Usted debería saber que no solo se viaja por necesidad, sino también por otras causas (Me mira inquisidor por encima de las gafas)
- Bueno... Digamos que nunca me hizo falta.
- ¿Nunca le hizo falta, eh? ¿Nunca le hizo falta?.... A ver sus papeles, pero de una vez le digo que nomás me sale en el sistema con que sí tenía pasaporte, y entonces sí va a ver, ¿eh? ¡Ahí si que va a ver el problema en que se va a meter!
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