martes, enero 15, 2013

Pero solo si lo vuelve a hacer...

Cerca de las cuatro de la mañana y después de una fiesta en casa, los trasnochadores esperábamos el amanecer entre humo (no pregunten de cuál) y alcohol (tampoco pregunten, porque entonces el humo les parecerá sano) con la única intención de atacar el primer puesto de barbacoa o pancita que abriera en el mercado de la Purísima. En eso, el chiapitas entró muy molesto a la cocina, apenas con los calzones puestos.
- A ver, a ver... Yo nomás les aviso que estoy hasta la madre de la china.
- ¡Cálmate Chiapitas, si tiene rato que los dos se traen ganas!
- No es cierto, no me levantes falsos porque te madreo. Yo nomás les aviso pa' que al rato no haya problemas, pero a ver si van calmando a la china, porque no respondo de lo que pueda hacerle.
- ¡Saluddd por el chiapitas y la china! ¿Pues qué te hizo que andas tan encabronado?
- ¡Desde hace rato, cuando terminó la fiesta, le dije que ya me iba a dormir...! ¡Y como a los diez minutos me fue a tocar y me dijo que tenía frío...! ¡Y le di un cobija...! ¡Y después fue a tocar otra vez y me dijo que se sentía sola...! ¡Y la dejé pasar un rato para platicar...! ¡Y la acompañé a su cuarto...! ¡Y se hizo la dormida y la cargué hasta su cama...! ¡Y ya cuando me regresé que me vuelve a tocar la puerta...! ¡Y ya iba vestida nomás con una playerita...! ¡Y me preguntó si me gustaba su playera y yo le dije que sí pero que se fuera a su cuarto porque ya era tarde...! ¡Y ahorita otra vez, ya estaba dormido y que siento algo en la pierna...! ¡Y va siendo que me encuentro a la china que se está metiendo en mi cama... ¡Y ya entonces sí que me encabroné y le dije que se largara...! ¡Yo no respondo y nomás les aviso, pero si se vuelve a aparecer en mi cuarto me la voy a tener que coger!

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